Antes de dejarse conmover por unos ojitos amorosos, es importante que pienses con detenimiento, que adquirir una mascota es un compromiso, razón por la cual debes procurar elegir la que más se adapte a tu forma de vida.
Para empezar, debes valorar sus necesidades según su tamaño, fisiología, comportamiento y sexo.
En efecto, si deseas un perro de raza, debes considerar su tamaño y las características probables de su temperamento.
Por ejemplo; si vives en un apartamento, no es recomendable buscar un perro de raza grande, si eres una persona sedentaria, adquirir un jack rusell no es lo tuyo, si tienes niños considerar un chow chow puede no ser una buena idea. Ahora, si vas a buscar un perrito mestizo, trata de preveer su tamaño y posible carácter.
De igual manera, es preciso recapacitar sobre la elección del
sexo, pues un macho por ejemplo, con gran frecuencia pueden mostrar marcaje de orina, mientras que la perra contará con el celo que además de las pérdidas de sangres inherentes, puede generar embarazos psicológicos. En este contexto; debes preguntarte si cuentas con el espacio para este tipo de eventos.
Otro aspecto a considerar es el tipo de cuidado que va a necesitar el animal según sus características. Así encontrarás razas más propensas a altos mantenimientos y otras no, o más ideales para ciertos tipos de climas.
En todo caso, te invitamos a investigar de forma responsable cual será tu compañero o compañera por unos cuantos años, pues no sólo se trata de hacerte feliz, sino de darle la mejor calidad de vida a esa mascota, de manera que si tienes dudas cual puede ser el elegido para ti y tu familia, acude a un veterinario que te oriente sobre el caso.
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